Se veía venir

Les tres semanas previas al preestreno de Misión Imposible III, hartón de Cruise: que si se va a comer la placenta de su bebé, que si era una broma, que si su mujer debe parir en silencio por la religión de él, que si nace su hija, que si la llaman Suri, que si cambia los pañales el sólito, que si la Kidman lo sigue queriendo, y todo todo casualmente coincidente con el estreno de la película. Pues resulta que la película no va a verla tanta gente como se esperaba y los expertos, ingenuos ellos, dicen que podemos estar padeciendo sobredosis de Cruise. ¿No será que la película es un bodrio para no variar, y los productores muy cucos trataron de explotar al máximo la imagen de Cruise para salvar lo insalvable?. Si fué mala la segunda porque con la tercera va a ser distinto. A las buenas películas se les perdona todo. En realidad nos importa un pito si Ford es un machista, si Crowe es un payaso o Spacey homosexual. Lo que no gusta es el cine de verdad y no el chicle, y con esto no quiero decir que no sea entretenida pero hoy en día hace falta algo más que eso para sacarnos de casa con los tiempos que corren.

¿Quereis saber otra que va a ir por el mismo camino? ¿Cuantas noticias sobre el Codigo Da Vinci habeis leido últimamente, éste bog incluido. En este caso han ido más allá, hasta un juicio y no se cuantas misivas del Opus Dei he podido contar al respecto. Digo yo, ¿No les sería más rentable despedir a todos los productores norte americanos y contratar un par de buenos guionistas?