Se agota el tiempo de Díaz Ferrán
Situaciones como esta ponen su puesto al frente de la CEOE al borde del precipicio. Cada vez se justifica menos la cerrazón en mantener como interlocutor frente a los trabajadores a una persona que no es capaz ni de solucionar sus propios concflictos con los suyos. Todo esto justo después de haber dicho que lo de que se le haya ido la empresa al desagüe es como la lotería, que como tiene muchas, a alguna le tenía que tocar.